Los rumores sobre el impacto de un asteroide capaz de provocar el “fin del mundo” en un futuro próximo suelen reciclarse y volver a aparecer en Internet una y otra vez desde hace varios años. Con la ayuda del periodismo sensacionalista, estas noticias falsas frecuentemente llegan a ser reproducidas por algunos medios, obligando a los astrónomos a aclarar la situación.
Este artículo fue escrito por el astrónomo Michael Busch, científico planetario especializado en el estudio de asteroides cercanos a la Tierra mediante radar y ondas de radio, que trabaja como investigador en el SETI Institute. El autor autorizó amablemente su traducción y publicación en Astronomía Online. El original en inglés puede leerse aquí.
Desde principios de este año circula a través de Internet un rumor sobre un gran asteroide que impactará en el Caribe en el mes septiembre, causando destrucción a nivel global. Al igual que en oportunidades anteriores, este rumor es completamente falso.
Según lo indicado por la oficina de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, hay cero asteroides o cometas conocidos que puedan impactar con la Tierra en un futuro previsible. Todos los asteroides potencialmente peligrosos conocidos tienen una probabilidad inferior al 0,01% de impactar con nuestro planeta durante los próximos 100 años. Gracias al trabajo de astrónomos e ingenieros en muchos países durante los últimos 20 años, se han descubierto todos los asteroides potencialmente peligrosos con un tamaño mayor a 1 kilómetro de diámetro, y se realiza un seguimiento de sus órbitas. Muchos miles de objetos cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés) han sido identificados y catalogados, y se realiza un seguimiento activo de los mismos, con tamaños de hasta menos de 30 metros de diámetro. Estos esfuerzos han permitido descartar el impacto de un asteroide lo suficientemente grande como para causar problemas globales durante el próximo siglo.
Lamentablemente, eso no impide la circulación de falsas afirmaciones sobre el impacto de asteroides capaces de causar el fin del mundo, prácticamente todos los años. Por ejemplo, en septiembre de 2014 un asteroide llamado 2014 RC pasó a 40.000 kilómetros de la Tierra. Esa fue su aproximación más cercana a nuestro planeta hasta al menos el año 2200, y se trata de un asteroide pequeño, de 12 por 22 metros. 2014 RC no representaba ningún peligro para nadie. Sin embargo, hubo un aluvión de noticias afirmando que nos mataría a todos, y fue necesario que los científicos explicaran cuidadosamente la verdadera situación. Hacerlo todos los años, francamente, resulta bastante tedioso.
A fin de evitar que el pánico se propague innecesariamente, las siguientes son algunas formas de separar la realidad de la ficción cada vez que Ud. escuche o vea una noticia sobre el impacto de un asteroide en el futuro cercano:
El primer detalle a comprobar es de dónde proviene la noticia. Un blog cuyo autor usa un seudónimo, o un mensaje de correo electrónico reenviado muchas veces y que menciona fuentes anónimas, no son maneras de obtener información confiable sobre astronomía. En realidad, el descubrimiento de un asteroide se produce así: Hay varios programas de observación automática del firmamento, basados en diferentes lugares (especialmente en Hawaii, en Arizona, y en satélites que operan en órbita baja terrestre). Estos abarcan grandes áreas del cielo cada noche, en busca de asteroides. Sus observaciones son reportadas a la Unión Astronómica Internacional y verificadas contra una base de datos de objetos conocidos. ¡Los nuevos descubrimientos se anuncian públicamente en el plazo máximo de un día!
Cualquier noticia creíble sobre un asteroide potencialmente peligroso debería incluir datos sobre quién descubrió el asteroide, cuándo fue descubierto, y cuál es su designación provisional -el nombre único dado a cada asteroide por orden de descubrimiento. Por ejemplo, el asteroide 2014 RC fue descubierto el 31 de agosto de 2014 por el programa Catalina Sky Survey, cerca de Tucson, Arizona, y luego fue observado nuevamente el 1 de septiembre por el telescopio Pan-STARRS 1 en Haleakala, en la isla de Maui.
Además, ¿se trata de una noticia original? Los rumores de este tipo tienen una tendencia a ser reciclados. El rumor actual es en realidad la reaparición de un rumor anterior, de mediados de 2013. El interés en esa historia se redujo a cero rápidamente después de septiembre de ese año, pero alguien se encargó de cambiarle las fechas, y de alguna forma resurgió a principios de este año, ya que volvió a viralizarse a través de Internet.
Por último, si un artículo alega la existencia de una conspiración entre los científicos y los gobiernos para ocultar evidencia sobre un asteroide peligroso, puede descartarlo de inmediato: la astronomía no funciona así. Los descubrimientos de este tipo de asteroides se hacen públicos en un plazo no mayor a las 24 horas, porque es importante obtener la mayor cantidad posible de observaciones del objeto cuanto antes. Esto resulta fundamental para poder determinar su trayectoria, y así evitar que se pierda.
Ocultar el descubrimiento de un asteroide sería prácticamente imposible, incluso si quisiéramos: cualquier persona con un telescopio lo suficiente potente podría encontrarlo por sí misma. Un anuncio real sobre el descubrimiento de un asteroide potencialmente peligroso también debería incluir información sobre cómo observarlo, para calcular su trayectoria con la mayor precisión posible.
Sería bueno que de una vez por todas se terminen los rumores del tipo “impacto de un asteroide causará el fin del mundo”, pero teniendo en cuenta la frecuencia con la que han aparecido en el pasado, sin duda habrá más historias alarmistas en el futuro. Al menos espero que este artículo le proporcione tranquilidad sobre el destino de nuestro planeta, y lo ayude a reconocer estas noticias como falsas cada vez que las encuentre.