Si pudiéramos flotar por encima del plano del Sistema Solar, notaríamos que más del 99,9% de los objetos que orbitan al Sol lo hacen en sentido antihorario. Esto se debe a su origen común como parte de nuestra nebulosa protoplanetaria, un disco giratorio de gas y polvo en torno al Sol, del que surgieron los asteroides y los planetas. Sin embargo, de los más de 780.000 asteroides conocidos, al menos unos 95 se desplazan orbitando al Sol en sentido horario, a contramano del desplazamiento del resto de los demás objetos. Ahora, dos astrónomos determinaron que uno de estos objetos inusuales, el asteroide denominado 2015 BZ509, podría haberse originado en otro sistema estelar y haber sido capturado a su paso por nuestro sistema planetario.
Un equipo de astrónomos liderado por el francés Fathi Namouni y la brasileña Helena Morais, los autores del paper donde se presenta esta hipótesis, estudió durante varios años a diversos objetos que orbitan al Sol para comprender mejor la formación del Sistema Solar.
El asteroide 2015 BZ509 llamó rápidamente su atención, no solo por su órbita retrógrada alrededor del Sol, sino porque además su órbita se superpone con la del planeta Júpiter. A pesar de que la gravedad del gigante gaseoso desplaza al asteroide en dos oportunidades durante cada órbita joviana de 12 años, ambos desplazamientos se cancelan mutuamente, estabilizando la órbita del 2015 BZ509.
Namouni y Morais ejecutaron simulaciones para trazar la ubicación del asteroide un millón de años hacia el pasado. Los resultados muestran que el 2015 BZ509 siempre se ha desplazado en forma retrógrada, a pesar de que los objetos en este tipo de órbitas no deberían ser estables por un período de más de 10.000 años.
Para extender los resultados, los astrónomos construyeron un modelo del Sistema Solar con su distribución actual. Luego agregaron un millón de “clones” virtuales del 2015 BZ509, cada uno con una versión ligeramente diferente de la órbita real del asteroide. Por último, ejecutaron la simulación hasta unos 4.500 millones de años en el pasado, cuando concluyó la etapa de formación planetaria en nuestro Sistema Solar.
Muchos de los clones eventualmente colisionaron con el Sol o fueron eyectados del Sistema Solar. La mitad de ellos duró menos de siete millones de años, pero 46 clones se mantuvieron estables durante toda la duración del Sistema Solar, y 27 terminaron en órbitas muy parecidas a la de 2015 BZ509 en la actualidad.
Si el asteroide ha estado en una órbita estable por unos 4.500 millones de años, ¿cómo terminó desplazándose en forma retrógrada? Luego de considerar y descartar un diverso número de explicaciones potenciales, Namouni y Morais creen que 2015 BZ509 llegó desde el espacio interestelar y terminó siendo capturado por la gravedad del Sol.
“La inmigración de asteroides desde otros sistemas estelares es factible porque el Sol se formó en un cúmulo estelar bastante compacto, donde cada estrella tenía sus propios planetas y asteroides”, indicó Morais. “La proximidad entre las estrellas en ese momento, además de la fuerza gravitacional de planetas como Júpiter, debe haber ayudado a estos sistemas planetarios a perder, atraer y capturar asteroides entre sí”.
Más allá de los resultados del estudio, resolver de manera indudable los orígenes del 2015 BZ509 requerirá de una inmensa cantidad de observaciones, e incluso el envío de una sonda robótica al asteroide para poder determinar su composición química extrasolar.
Confirmar el descubrimiento del primer asteroide capturado por nuestro sistema planetario, y comprender exactamente cuándo y cómo llegó el 2015 BZ509 a nuestro vecindario cósmico, proporcionaría importantes respuestas sobre la zona de formación estelar donde se originó el Sol, y el posible enriquecimiento de nuestro entorno primitivo con los componentes necesarios para la aparición de la vida en la Tierra.
Fuentes consultadas: Royal Astronomical Society