Desde el inicio de sus observaciones, el Telescopio Espacial Hubble ha capturado innumerables postales asombrosas del Universo, pero una de ellas se destaca por encima del resto. Se trata de una imagen que mostró detalles nunca antes observados de las gigantescas columnas de gas y polvo en el interior de la nebulosa M16 (Messier 16), más conocida como la Nebulosa del Águila, y fue obtenida por el Hubble en 1995. Esas estructuras fueron denominadas “Pilares de la Creación”, y se convirtieron desde entonces en una de las imágenes más emblemáticas obtenidas por el satélite de la NASA.
Veinte años después, el Hubble ha vuelto a observar los famosos pilares, aprovechando las capacidades avanzadas de la nueva Cámara de Campo Amplio 3 (Wide Field Camera 3, o WFC3). El instrumento fue instalado en mayo de 2009 durante la misión SM4, en la que un equipo de astronautas visitó el telescopio para reacondicionarlo por última vez.
En esta ocasión el telescopio obtuvo dos imágenes del corazón de la Nebulosa del Águila: una en las longitudes de onda de la luz visible, similar a la original aunque mucho más amplia y detallada, y otra en las longitudes de onda de la luz infrarroja, que atraviesa el polvo y el gas oscuro de la nebulosa, permitiendo la observación directa de estrellas recién nacidas formándose en el interior de las columnas.
Si bien la existencia de formaciones similares es bastante común a través del Universo, los “Pilares de la Creación”, a una distancia de 6.500 años luz de la Tierra, son el ejemplo más dramático y relativamente próximo a nuestro planeta. La imagen obtenida por el Hubble en 1995 se hizo tan popular que ha aparecido en películas, programas de televisión, videojuegos y todo tipo de merchandising como camisetas, tazas, estampillas e incluso almohadas.
Aunque las columnas de la imagen original fueron bautizadas como “Pilares de la Creación”, estas nuevas observaciones del Hubble permiten confirmar que también son pilares de destrucción. El gas y el polvo en su interior es bombardeado por la intensa radiación de las estrellas jóvenes que acaban de formarse, y erosionado por los fuertes vientos estelares provenientes de estrellas masivas cercanas. Puede que esas estrellas estén destruyendo lentamente las columnas de gas y polvo, pero también son la razón por la que el Hubble puede observarlas, ya que irradian suficiente luz ultravioleta para iluminar el área y hacer que las nubes de oxígeno, hidrógeno y azufre brillen.
Los astrónomos pueden usar estas nuevas imágenes del Hubble, que ofrecen un campo visual más amplio, con mejor contraste y una mayor resolución, para estudiar cómo la estructura física de las columnas cambia a lo largo del tiempo.
En la imagen de luz visible, el brillo azulado alrededor de las áreas más densas de las columnas es producido por el material que está siendo calentado por las estrellas jóvenes cercanas y se está evaporando. El gas entre las columnas fue expulsado hace mucho tiempo por los vientos provenientes de un cúmulo estelar cercano. En el borde superior de la columna izquierda, un fragmento gaseoso a temperatura elevada está alejándose del resto de la estructura, en una clara demostración de la naturaleza violenta de las regiones de formación estelar.
Para terminar, les ofrecemos este video, donde la cámara hace zoom a partir de una vista completa de la Vía Láctea en el firmamento terrestre, pasando por un mosaico de imágenes de la Nebulosa del Águila obtenidas con el telescopio MPG de 2,2 metros del Observatorio Europeo del Sur (ESO), hasta terminar en las nuevas imágenes de los “Pilares de la Creación” obtenidas por el Telescopio Espacial Hubble. Créditos: NASA / ESA/Hubble / Hubble Heritage Team / ESO.
Fuentes consultadas: ESA | STScI/NASA