La nebulosa Cabeza de Caballo, también conocida como Barnard 33, es una nube oscura y densa de moléculas de gas y polvo a unos 1500 años luz de nuestro planeta. Se trata de una de las nebulosas más conocidas, observable mediante un telescopio al sur de la estrella Alnitak, una de las integrantes del cinturón de Orión.
En las longitudes de onda de la luz visible, la nebulosa resulta reconocible como una silueta oscura, vagamente parecida a la pieza de un caballo en el ajedrez, que se recorta contra el brillo de la nebulosa de emisión IC 434, ubicada por detrás.
Sin embargo, las imágenes de la nebulosa obtenidas por el Telescopio Espacial Hubble durante 2013 en luz infrarroja revelan una estructura más compleja. Las partes más calientes de la nebulosa brillan intensamente, y las longitudes de onda infrarrojas permiten observar el interior de este tipo de nubes.
Tanto Barnard 33 como IC 434 forman parte de la denominada nube molecular de Orión, una región extensa en el interior de nuestra galaxia en la que la densidad de materia es lo suficientemente alta y la temperatura es lo suficientemente baja para generar hidrógeno molecular, asociado a la formación de nuevas estrellas.
Usando las imágenes del Hubble y complementándolas con datos obtenidos mediante el Telescopio Infrarrojo Subaru, en Hawaii, y el telescopio VISTA del Observatorio Europeo del Sur, en Paranal, Chile, un equipo del Instituto Científico del Telescopio Espacial (STScI) generó una interpretación tridimensional de las estructuras de la nebulosa, con las estrellas a su alrededor distribuidas de manera estadística.
Si bien se trata de una visualización científicamente razonable, aunque no del todo exacta, nos permite imaginar cómo sería desplazarnos en una nave espacial en las inmediaciones de la espectacular nebulosa.