Se cumplen nada menos que diez años desde el exitoso aterrizaje en Marte del rover MER-B (Mars Exploration Rover B), más conocido como Opportunity, en la noche del 24 al 25 de enero de 2004. Tres semanas antes, su gemelo Spirit (MER-A) había aterrizado en el extremo opuesto del planeta, dentro del cráter Gusev.
Los requerimientos iniciales de la NASA indicaban una misión de aproximadamente 90 días marcianos de duración para ambos robots, durante la cual recorrerían una distancia de alrededor de un kilómetro en la superficie marciana. Sin embargo, Spirit continuó explorando el planeta rojo hasta dejar de funcionar en 2010, luego de haberse desplazado unos 7,73 kilómetros en total, y Opportunity sigue recorriendo los alrededores de su sitio de aterrizaje en Meridiani Planum hasta el día de hoy. Tras desplazarse unos 38,7 kilómetros hasta el momento, Opportunity se acerca lentamente al récord absoluto de distancia explorada por un robot en otro cuerpo celeste, ostentado hasta ahora por la sonda soviética Lunokhod 2, que recorrió 42 kilómetros en la superficie de la Luna en 1973.
A pesar de que Opportunity ha experimentado los primeros inconvenientes debidos a su avanzada edad, como por ejemplo ciertos problemas mecánicos con su brazo robótico, sigue funcionando y continúa estudiando la geología de su lugar de aterrizaje.
A lo largo de estos diez años, el rover ha enviado cerca de 190 mil imágenes y estudiado de cerca cientos de rocas, estratos y otras formaciones en la superficie de Marte, además de obtener información sobre su atmósfera e incluso realizar algunas observaciones astronómicas. Pero por sobre todo, Opportunity todavía sigue activo, arrojando sorpresas aún diez años después de su llegada al planeta rojo.
Uno de los últimos descubrimientos que realizó tras analizar rocas cercanas al cráter Endeavour, en la zona que está explorando actualmente, fue la existencia de un entorno potencialmente capaz de soportar el desarrollo de vida microbiana en Marte hace 4.000 millones de años.
Por otro lado, el 17 de enero de 2014, la NASA informó que una roca había aparecido “misteriosamente” en una fotografía tomada por Opportunity durante el sol 3540 (es decir, el día 3540 desde el aterrizaje; “sol” es el término que los astrónomos planetarios usan para referirse al día marciano). Una fotografía del mismo área, obtenida trece días antes durante el sol 3528, no mostraba rastros de la roca, que fue bautizada informalmente como “Pinnacle Island”. Se están estudiando distintas explicaciones posibles, aunque se cree que lo más probable es que una de las ruedas del rover haya hecho saltar a esa roca hasta su ubicación actual. La misma parece estar boca abajo, con lo cual Opportunity tendrá la rara chance de examinar material que al estar enterrado no ha estado expuesto al medio ambiente marciano por mucho tiempo, quizás millones de años.
La explicación de la increíble longevidad de los rovers MER, y especialmente de Opportunity, está en el avanzado diseño y los elevados estándares de calidad empleados en su construcción por el Jet Propulsion Laboratory (Laboratorio de Propulsión a Chorro) de la NASA, pero también, en parte, en un poco de buena suerte.
Si bien la luz solar es la fuente de la energía de Opportunity, los ingenieros que desarrollaron la misión no contaban con la inestimable ayuda de las ráfagas de viento marciano, que a veces remueven parte del polvo que gradualmente se deposita sobre los paneles solares del rover, reduciendo notablemente su capacidad de generación eléctrica. Una de esas ráfagas ayudó a incrementar la electricidad generada por el rover a principios de enero, y los responsables de la misión ordenaron a Opportunity que se incline levemente de cara al Sol para maximizar sus chances de superar lo peor del actual invierno en Marte. Teniendo en cuenta el buen estado general del rover, los ingenieros de la NASA son bastante optimistas al respecto.
El tremendo éxito de los rovers Spirit y Opportunity allanó el camino para el desarrollo de su sucesor, el MSL (Mars Science Laboratory, o Laboratorio Científico de Marte), más conocido como Curiosity, que aterrizó en el cráter Gale en agosto de 2012. Con un peso de alrededor de una tonelada, el tamaño de un auto mediano y un generador termoeléctrico de radioisótopos (RTG) gracias al cual no depende de la luz solar para abastecerse de energía, el MSL promete continuar extendiendo los límites de la exploración no tripulada de Marte.
De todas formas, a pesar de que Curiosity cuenta con capacidades mucho más avanzadas que las de sus predecesores, la operación continua de Opportunity durante más de una década en la superficie marciana sigue resultando invaluable para el avance de nuestros conocimientos del planeta rojo.